Carpintero: Iniciativa y legado que perdura
Esclavina de Plata 2024
Carpintero: Iniciativa y legado que perdura
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En un mundo donde
la visibilidad suele ser confundida con la verdadera importancia, es esencial
distinguir entre quienes son meramente visibles y aquellos que son realmente
imprescindibles. Las personas imprescindibles son las que, con humildad y
dedicación inquebrantable, sostienen el tejido de nuestras comunidades. Su
contribución es silenciosa pero poderosa, transformando y enriqueciendo nuestro
entorno sin buscar aplausos ni protagonismo. Son los pilares sobre los que
otros se apoyan, y su ausencia suele dejar un vacío imposible de llenar. Honrar
a quienes son imprescindibles es reconocer a aquellos cuya constancia y
humildad mantienen vivo el espíritu de nuestra fraternidad.
Reunión de trabajo de ASAFA presidida por Carpintero |
Juan Manuel
Carpintero Rama, sin lugar a duda, pertenece a ese selecto grupo de
imprescindibles. Durante una década, ha sido el alma y motor del colectivo de
antiguos alumnos del Seminario Franciscano de Herbón, primero como dinamizador
de nuestros reencuentros, y luego como impulsor de ASAFA, la Asociación
Sociocultural que ahora formaliza esta labor. Su dedicación ha sido un faro de
inspiración, marcando una etapa de florecimiento para nuestra comunidad, y su
entrega ha quedado grabada en la memoria colectiva como un ejemplo de servicio
desinteresado.
Este compañero, que también es el alma mater en la creación de la "Esclavina de Plata", un galardón que reconoce el mérito excepcional en la colaboración con el colectivo de antiguos alumnos ha sido siempre reticente a recibirlo, pese a ser el más merecedor de tal distinción. Sin embargo, quienes lo conocen saben que su modestia no debe seguir siendo un obstáculo para rendirle el homenaje que merece.
Pendiente de los detalles en un reencuentro de alumnos |
Por unanimidad, la organización del reencuentro en Herbón
ha decidido que este año la Esclavina de Plata 2024 debe ser otorgada a Juan
Manuel Carpintero Rama, como un acto de justicia y reconocimiento a su
incansable labor.
A pesar de su
humildad, Juan Manuel acepta este reconocimiento con la misma gracia que ha
caracterizado su trabajo. Para él, el verdadero premio ha sido la satisfacción
de cumplir con su deber, sin esperar recompensas. No obstante, agradece el
honor que le será concedido al final de la misa del reencuentro, el próximo 31
de agosto.
Diploma de Caballero Franciscano |
La larga lista de
méritos que acompañan a Juan Manuel es impresionante. Durante los veinticinco
años de historia de nuestros encuentros, su etapa de coordinación que abarca una
década, extendida hasta 2019, fue la más exitosa en cuanto a la participación y
el fortalecimiento del sentido de pertenencia. Bajo su liderazgo, los
encuentros alcanzaron cifras récord de asistencia, incentivados por iniciativas
como los Diplomas de Caballero Franciscano y los distintivos que reforzaron
nuestra identidad, como sombreros, gorras y pañuelos con logotipos y símbolos
del reencuentro.
Detrás de estos
logros se encuentra un esfuerzo monumental de organización y promoción. Juan
Manuel no solo envió invitaciones a 1,300 antiguos alumnos mediante correo
postal, sino que también se dedicó a investigar y actualizar una base de datos
que abarca medio siglo de historia. Para dar a conocer al colectivo y su
asociación, utilizó con gran eficacia los medios de comunicación, incluyendo
una pionera página web que se convirtió en el canal principal de información.
Pero su
contribución no se limitó a los reencuentros. También promovió la creación del
Círculo Franciscano de Consultas (CIFRACON), un espacio de cooperación
solidaria entre antiguos alumnos que ha permitido establecer lazos de
asesoramiento, información y apoyo fraternal.
Compañeros que compartieron curso con Carpintero |
Juan Manuel
Carpintero inició su camino en el Seminario Franciscano en el curso de 1964, en
el Convento de Castroverde de Campos, un año que recuerda con especial cariño,
sobre todo por la emotiva visita de sus padres. A pesar de las carreteras
tortuosas, hicieron el viaje desde Muros en una Lambretta, una aventura
familiar que culminó en un encuentro lleno de amor y una comida sencilla pero
significativa. Durante su estancia en Castroverde, también dejó su huella con
la construcción del campo de fútbol del seminario, una instalación que sería
disfrutada por generaciones posteriores. El retorno a casa, con la frugal cena
en la casa conventual de Zamora y el viaje en tren aún mantiene viva la célula
del recuerdo de esta primera etapa.
Tras completar
dos años más en el Seminario-Convento de Herbón, el padre de Juan Manuel recibió la
noticia de que " este chico no tiene vocación", un mensaje que lo
llevó de regreso a Muros, pero no sin dejar una marca imborrable en la fraternidad
con sus compañeros.
Compromiso permanente con el colectivo de ASAFA |
Ahora, mientras
reflexiona sobre el futuro del colectivo de antiguos alumnos y de ASAFA, Juan
Manuel es consciente del inevitable paso del tiempo y de la disminución del
número de participantes. Sin embargo, sigue comprometido con la idea de que
este colectivo debe mantenerse vivo, atrayendo a nuevas generaciones y
asegurando la vitalidad de la asociación en los años venideros.
Con todo esto en
mente, reconocemos y celebramos la vida y la labor de Juan Manuel Carpintero
Rama, un hombre cuyo legado es testimonio de que la verdadera grandeza reside
en la entrega, la constancia y la humildad. La Esclavina de Plata 2024 no es
más que un símbolo, pero su valor real radica en lo que representa: el
reconocimiento a una trayectoria de largo tiempo dedicada al servicio de los
demás.
Etiquetas: Alumnos, ASAFA, Carpintero
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