domingo, 1 de setembro de 2024

Caminos diferentes, lazos eternos

Reencuentro en Herbón 2024

Caminos diferentes, lazos eternos

Este pasado sábado, 31 de agosto de 2024, fue un día especial, de esos que quedan grabados en la memoria y en el corazón. Celebramos el reencuentro anual de los antiguos alumnos del Seminario Franciscano de Herbón, una cita ineludible que, cada año, nos traslada de nuevo a aquellos años juveniles donde, entre las antiguas paredes del convento, recibimos formación no solo en ciencias y humanidades, sino en los valores que han guiado nuestras vidas. Aquellos días de exploración vocacional dejaron una huella imborrable, aún en aquellos que no llegaron a consolidar su compromiso con la vida sacerdotal. A pesar de ello, el lazo que nos une se mantiene firme, renovado en cada encuentro por la fraternidad que nos caracteriza.

Como viene siendo habitual, la llegada al Convento de Herbón se fue dando de manera escalonada, marcada por la situación personal de cada uno de nosotros. Algunos, como los miembros de la Schola Cantorum, llegaron temprano, fieles a su tradición de ensayar antes de la misa, afinando no solo sus voces sino también el espíritu de la jornada. El sonido de sus cánticos, resonando en las antiguas paredes del convento, preparaba el ambiente para un día cargado de emotividad y recuerdos.

Reportaje gráfico del almuerzo, pulsar enlace:

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La misa, que marcó el inicio oficial de los actos, fue oficiada por el Padre Pombo, un antiguo alumno y profesor, cuyo vínculo con el seminario y con nosotros ha sido siempre profundo. Con su cálida voz y sus palabras llenas de sentimiento, logró encender la llama de la memoria, haciendo que cada uno de nosotros reviviera esos momentos compartidos en nuestra juventud, en los que la fe y la camaradería iban de la mano.

Al concluir la ceremonia, el coro, que había crecido con las voces del resto de los asistentes, menos de una centena de personas, elevó sus cánticos en una interpretación que resonó con la fuerza de nuestra unión. Sin embargo, el momento más esperado y cargado de simbolismo llegó con la entrega de la Esclavina de Plata a Juan Manuel Carpintero Rama. Este galardón, que reconoce el mérito excepcional en la colaboración con el colectivo de antiguos alumnos, es en sí mismo un reflejo de la fraternidad y del sentido de comunidad que hemos cultivado a lo largo de los años.

Carpintero, que ha sido el motor incansable de nuestros reencuentros y el impulsor de ASAFA, la Asociación Sociocultural que formaliza nuestro vínculo, es sin duda una figura clave en nuestra historia. Su dedicación ha sido un faro de inspiración, guiando a nuestra comunidad hacia un florecimiento que ha trascendido los límites del seminario. A pesar de ser el creador de la "Esclavina de Plata", siempre había sido reticente a recibirla, demostrando una humildad que solo engrandece su figura. Sin embargo, en este reencuentro, no pudo eludir más el reconocimiento que todos considerábamos merecido. 

El acto fue solemne, cargado de emoción y agradecimiento. Carpintero Rama recibió los distintivos de este galardón –la esclavina, el pin y el pergamino– de manos de compañeros representativos de la asociación, mientras nosotros, sus amigos y compañeros, sentíamos que estábamos presenciando algo más que una ceremonia: era un homenaje a la dedicación, al sacrificio, y sobre todo, al amor fraternal que ha sido la esencia de nuestra comunidad.

En su intervención, breve pero profundamente emotiva, Carpintero nos recordó la importancia de mantener viva nuestra hermandad, de seguir ampliando el colectivo de antiguos alumnos, para que esta unión que nos ha sostenido siga siendo una fuente de fortaleza y apoyo para todos. Sus palabras, cargadas de gratitud y esperanza, no dejaron a nadie indiferente, especialmente cuando dedicó un sentido homenaje a Luis Cristobo, nuestro compañero fallecido dos años atrás. La “lembranza especial” que evocó en su memoria fue un recordatorio de la fragilidad de la vida y de la importancia de estos lazos que nos unen más allá del tiempo y la distancia.

La jornada continuó con el himno “Volver a Herbón”, interpretado por todos los presentes, una melodía que es ya parte de nuestra identidad y que cerró con solemnidad un acto lleno de sentimientos encontrados, donde la alegría del reencuentro se mezclaba con la nostalgia de los que ya no están.

Tras la misa, nos dirigimos al comedor del convento (previa visita al nuevo Museo do Convento), donde compartimos un almuerzo en un ambiente de camaradería y complicidad. Las anécdotas del pasado, las conversaciones sobre nuestros proyectos personales, éxitos y fracasos, fluyeron con la naturalidad que solo se da entre aquellos que han compartido tanto. Fue un tiempo para fortalecer amistades, para tejer nuevos lazos y para recordar, una vez más, que somos una familia extendida, unida no solo por una experiencia común, sino por un sentido profundo de fraternidad.

Antes de despedirnos, ya con el corazón lleno y las pilas de la fraternidad recargadas, hubo tiempo para más cánticos, esos que han marcado la memoria musical de nuestro colectivo y que son parte del legado cultural que hemos contribuido a dejar en Galicia con la impronta de compañeros músicos, autores de estudios y ensayo publicados en libro o de composición y dirección coral.

Y así, con la vista puesta en el retrovisor del coche al alejarnos del convento, ya comenzamos a divisar el próximo encuentro: Navidad. Porque sabemos que, mientras haya vida, habrá reencuentros, y con ellos, la certeza de que nuestra fraternidad seguirá viva, fortalecida por el tiempo y por el cariño que nunca ha dejado de crecer. 



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xoves, 29 de agosto de 2024

La magia de la memoria compartida

Volver a Herbón, volver…

La magia de la memoria compartida


Hay lugares en la vida que no solo son puntos en un mapa, sino espacios sagrados en el corazón. Para aquellos que alguna vez cruzaron los umbrales del Seminario Franciscano de Herbón, este rincón de Galicia es uno de esos lugares. Un espacio que, lejos de ser simplemente una institución educativa, se convirtió en un hogar, un santuario donde se forjaron amistades eternas y se adquirieron valores que aún hoy iluminan nuestras vidas.

Cada año los antiguos alumnos de este centro nos reunimos en un reencuentro que es mucho más que una mera celebración. Es un regreso a la fuente, un volver a nuestras raíces, a ese "Herbón" que habita en lo más profundo de nuestros corazones. Este acto anual, canalizado a través de la Asociación Sociocultural "Amigos de San Francisco de Asís" (ASAFA), es una oportunidad única para reconectar, no solo con nuestros compañeros, sino también con nosotros mismos, con ese joven soñador que alguna vez fuimos.

El himno de la fraternidad

El himno de los antiguos alumnos del Seminario es un canto que resume en sus versos la esencia de lo que significa volver a Herbón. "Cumplidos los años de caudal de la vida, volvemos como pródigos a incógnita acogida", dice la primera estrofa, evocando el regreso al hogar después de haber recorrido el camino de la vida. No importa cuánto tiempo haya pasado, cuántas canas nos cubran la cabeza o cuántas arrugas surquen nuestro rostro. Volver a Herbón es volver a la juventud, a esa época dorada en la que el mundo estaba lleno de posibilidades y todo parecía al alcance de la mano.

Este himno no solo es una melodía que cantamos con fervor en nuestros reencuentros, sino un recordatorio constante de que las experiencias compartidas en Herbón son un lazo indisoluble que nos une para siempre. En cada verso, se encierra la nostalgia, pero también la esperanza de que ese reencuentro anual no sea solo un acto de memoria, sino una renovación de nuestros lazos fraternos.

La enseñanza que perdura

En Herbón (Castroverde, Ponteareas, Compostela, Louro...), no solo se nos enseñó a latín, lengua, ciencias y religión; se nos enseñó a vivir. Los franciscanos, con su ejemplo y sus palabras, nos inculcaron valores que siguen siendo la brújula que guía nuestras vidas: la humildad, la solidaridad, el amor por la naturaleza y el compromiso con el prójimo. Estos valores son los que ASAFA promueve a través de sus actividades, manteniendo viva la llama de la fraternidad que encendieron nuestros maestros.

Los encuentros que organizamos no solo son momentos para recordar el pasado, sino para reflexionar sobre el presente y el futuro. Las personas que voluntaria y desinteresadamente impulsan ASAFA, con su inquebrantable dedicación, posibilitaron que la asociación sociocultural fuera la batuta que ha dirigido la vida social del colectivo, creando espacios donde seguimos cultivando esa fraternidad que germinó en los patios y aulas de Herbón.

Volver a Herbón, como la primera vez

"Volver a Herbón, volver, es lo que yo quisiera", resuena en cada reencuentro el estribillo del himno. Y es que, aunque hayan pasado décadas desde la última vez que cruzamos las puertas del seminario como estudiantes, cada regreso es como la primera vez. La emoción es la misma, la ilusión sigue intacta, y el vínculo que nos une se fortalece con cada abrazo, con cada anécdota compartida.

Hoy, al prepararnos para el próximo reencuentro, sentimos esa mezcla de nostalgia y alegría que nos embarga el alma. Somos peregrinos que regresan a su franciscana infancia, buscando en cada rincón del viejo seminario ese regalo del ayer, ese tiempo sin distancia donde aún éramos niños, donde aún todo era posible.

Este 31 de agosto, cuando nos reunamos una vez más, no solo celebraremos el pasado, sino que renovaremos nuestro compromiso con los valores y la fraternidad que nos unen. Porque volver a Herbón no es simplemente regresar a un lugar físico; es volver a ser parte de algo más grande que nosotros mismos, es volver a sentirnos hermanos.



Así, juntos, seguiremos cantando nuestro himno, con la esperanza de que esta fraternidad que nos une nunca se apague, y que cada reencuentro nos llene de la misma emoción que sentimos "como la vez primera".



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martes, 27 de agosto de 2024

Molinero: Alma del reencuentro que nos une

Su espíritu pionero nos convoca cada año

Molinero: Alma del reencuentro que nos une

José Luis Rodríguez Molinero es la figura clave en el origen de los reencuentros de los antiguos alumnos del Seminario Franciscano de Herbón, conocidos como “Herbón na lembranza”, que se acerca a su primer cuarto de siglo (25 años de celebraciones). Esta iniciativa, nacida en 2001, fue impulsada con entusiasmo por este compañero del curso de 1952, quien además destacó como catedrático de Filosofía en la Universidad de Salamanca. Reconocido pedagogo en su campo, Molinero es autor de numerosas publicaciones que reflejan su profunda contribución al ámbito académico.

A medida que nos preparamos para el reencuentro anual en Herbón, que se celebrará el 31 de agosto, no podemos dejar de rendir un merecido tributo a Molinero, una de las piedras angulares de nuestro colectivo. Su prematuro fallecimiento dejó una profunda e insuperable ausencia, recordada con un emotivo homenaje póstumo en Cacabelos (León) el 16 de marzo de 2013 (simbólico lugar por haber celebrado aquí, en 2001, la primera “xuntanza”). Más de un centenar de compañeros, amigos y familiares se reunieron para honrar su memoria, resaltando su legado en diversas intervenciones, en un acto que sigue vivo en nuestro recuerdo. En su momento contado así:

"Estamos aquí porque compartimos algo en común, Herbón, y mantener vivo Herbón supone que nosotros seguimos vivos: no solo es una cuestión de revivir unos años claves de nuestra historia vital, de nuestra educación, sino también de recuperar nuestra propia memoria sentimental, algo en lo que José Luis R. Molinero fue un precursor y un abanderado por ser el creador institucional de las Xuntanzas o Encontros anuales". Así lo proclamó el presentador del acto de homenaje, el periodista Luis Cristobo, ante más de un centenar de compañeros-as y amigos-as que se congregaron en el restaurante El Apóstol, de Cacabelos, para recordar a Molinero justo cuando se cumplen los cinco años de su prematuro fallecimiento.

Al acto asistieron los dos hijos de José Luis R. Molinero, Pablo y Carlos, quienes recibieron una placa conmemorativa por parte del presidente de la comisión organizadora del XII Encontro Anual, Juan M. Carpintero, y contó con la presencia del catedrático de Extremadura Florencio Vicente Castro y el profesor de Valladolid Juan Donoso Valdivieso Pastor, quienes presentaron sendas ponencias de "honor y significación en memoria de José Luis" y sobre el "espacio antropológico" que le tocó vivir al homenajeado.

"El que come pan y bebe vino"

Florencio Vicente -quien fue alumno y amigo personal de José Luis- arrancó su discurso con una premisa básica: "Se comparte lo que se tiene y se tiene lo que se comparte", para asegurar que el homenajeado "era celoso de su intimidad, pero daba todo en su entrega, en su afecto, en su amistad y en su dedicación: era de esos hombres plenos de generosidad". El catedrático extremeño explicó el pensamiento filosófico de Molinero no solo desde la praxis científica sino también "como ser social que come pan y bebe vino", como lo definió Hesíodo, es decir, como  "fabricador de utillaje y de cultura" para resumir el pensamiento de José Luis: "El hombre es y consiste en su apertura al más allá".


Con este punto de partida, según Florencio Vicente, José Luis da un paso más: desde el conocimiento de la ciencia es necesario conocer el ser humano y su desarrollo. "Y asumió bien que la confluencia entre la Etnología y otras ciencias delimita un vasto campo donde se debaten muchas cuestiones que son centrales para las ciencias humanas, la cultura, la personalidad, la mitología, la religión, el saber general", según explicó, de manera que José Luis "avanzó en el conocimiento de las cosmovisiones, mitologías y modos de vida diferentes". A ese ser humano concreto "y a su comprensión más profunda dedicó su vida científica José Luis R. Molinero", concluyó Florencio Vicente.

Acto en Cacabelos, 16 de marzo de 2013

Cuarenta años de Quintana de Fuseros

Por su parte, el profesor vallisoletano Donoso Valdivieso centró su intervención en el "espacio antropológico" del homenajeado, nativo (1940) de Quintana de Fuseros, "una localidad menor perteneciente al municipio de Igüeña, donde la mayor parte de sus habitantes entonces vivían de la agricultura, ganadería y minería, mientras que en la actualidad el medio de vida principal son las pensiones". 
 
Basándose en documentación de la época, Valdivieso adjudicó a Molinero el papel de "observador participante" pues justo al poco de nacer sus vecinos "emigran a los países del Nuevo Continente en busca de fortuna", se instala la traída de aguas a tres fuentes del pueblo y una nueva campana "proporciona la hora del día para situar mejor el tiempo" y ya no es preciso ir a la casa del Tío Tomajillo a observar el reloj de sol en su fachada", así como el lavadero de El Canelón.

Libros publicados por Rodríguez Molinero

En 1943 Tío Vizcayo consigue la licencia de tabacos y un año más tarde "de la mano de Lorenzo La Caramela llega al pueblo la primera bicicleta de la que hay testimonio". En 1945 un vecino emprendedor llamado El Tío Miguel inicia la elaboración de gaseosas (hoy Espumosos López SL). Entre 1950-1951 se conecta la luz de la ELSA desde la mina de MINEX al pueblo colocando el transformador a la entrada de este por Las Linares y después llega el saneamiento y pavimentación de las calles, todo costeado por los vecinos con dinero o trabajo.

El Crucificado

Según explicó Valdivieso, “la página web que he consultado sobre Quintana de Fuseros resalta que “el visitante encontrará hospitalidad, tranquilidad, belleza, y sobre todo la nobleza de sus gentes”. Ofrece parajes de gran hermosura y un atractivo paisajístico extraordinario pues se puede practicar senderismo por las pistas forestales existentes, donde sorprende el nacimiento de un río, las brañas de los pastores, los molinos de agua, la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y la Ermita del Santo Cristo de la Cabaña, que alberga la procesión de los amortajados", en la que "parece ser" que participó el propio José Luis pues leyó un poema al Crucificado, como es tradicional en esta fiesta.

Rodríguez Molinero y Fr. Antonio Tembra

Tras la lectura de un par de mensajes de última hora -en uno de Porfirio José Bentosinos se propone nombrar a Molinero "Padre Provincial de los Exalumnos"-, intervinieron Emiliano Vázquez, Rogelio González “Escaleira”, Jesús García y Pedro García Fernández, quienes expusieron sus vivencias con el homenajeado. El presentador del acto defendió, ya en el tono más festivo de la comida de hermandad, que "Internet habita en lo que se llama el ciberespacio, ese lugar que está justo antes del cielo, de manera que José Luis podrá estar al día de todo lo que hacen ahora sus antiguos compañeros".  Tras la comida, el Coro de Herbón cantó el himno oficial bajo la experta
dirección de Ángel Viro.


👉Dos de los artículos académicos del que es autor Rodríguez Molinero publicados en revistas científicas de humanidades

Artículo completo de R. Molinero



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domingo, 25 de agosto de 2024

Unha palmeira senlleira

Patrimonio natural do Convento

Unha palmeira senlleira

No espazo natural das cinco hectáreas que abrangue o convento de Herbón, medra unha palmeira datileira (Phoenix dactylifera) plantada en 1900, que está incluída no Catálogo Galego de Árbores Senlleiras co código 66A.Segundo algúns documentos antigos, esta árbore é sucesora doutras que existiron no mesmo lugar, na súa orixe histórica traídas desde Palestina polo frade Juan Rodríguez de Padrón na Idade Media.

Intervención de Rodríguez Dacal na estrea da nova palmeira

No verán de 2010, coincidindo co encontro anual, os antigos alumnos do Seminario Franciscano de Herbón fixemos posible, grazas ás nosas aportacións económicas, a plantación dunha nova palmeira datileira para completar a parella orixinal do xardín do convento. A outra palmeira desaparecera na década dos anos cincuenta debido a un gran temporal de chuvia e vento en 1952. Esta nova plantación foi realizada co asesoramento do botánico Carlos Rodríguez Dacal.



As árbores senlleiras son aquelas que, polas súas características extraordinarias, destacan sobre o resto. Estas particularidades poden referirse á súa idade, tamaño ou outra “rareza” que converte ao exemplar, ou grupo de exemplares, en auténticas reliquias botánicas. En Galicia contamos con numerosos exemplos deste tipo de árbores, que non necesariamente son autóctonas. Moitas delas atópanse en xardíns, onde engaden un valor especial ao contorno.

Estas árbores senlleiras están protexidas pola súa inclusión no Catálogo Galego de Árbores Senlleiras, regulado polo Decreto 10/2015, do 22 de xaneiro, que modifica o Decreto 67/2007, do 22 de marzo. Esta protección legal garante, en principio, a súa conservación. As árbores e formacións senlleiras incluídas no catálogo considéranse protexidas a todos os efectos, o que implica a prohibición de calquera acción que poida afectar negativamente a súa integridade, saúde ou aparencia. Ademais, esta protección esténdese ao seu ámbito inmediato, e os propietarios, contarán con axuda oficial para o seu coidado.

Participación dos exalumnos no acto da palmeira en 2010

A Horta e o Bosque

O convento de Herbón está rodeado por unha muralla de 825 metros de lonxitude, que case circunda por completo os seus terreos. Dentro deste espazo atopamos, ademais das construcións, un extenso terreo de horta, verxel e bosque.

Na horta do convento medraron os primeiros pementos de Herbón. Sábese que foron os frades quen trouxeron de América unha especie de “guindilla” que se adaptou a estas terras, transformándose no famoso pemento de Herbón. Desde aquí, o cultivo estendeuse ás leiras dos veciños, que aínda hoxe seguen cultivando esta variedade con éxito. Herbón foi tamén un dos primeiros lugares de Galicia onde se cultivou a pataca.

Destaca, ademais, unha grande masa de árbores frondosas, principalmente carballos e sobreiras, que medran no perímetro da propiedade conventual.

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venres, 26 de xullo de 2024

Herbón na lembranza 2024

 

Herbón na memoria e na amizade compartida que perdura no tempo





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O reencontro dos antigos alumnos do Seminario Franciscano de Herbón é unha celebración da memoria compartida e da camaradería que perdura no tempo.  Ano tras ano, este evento serve como unha ponte entre o pasado e o presente, onde as experiencias vividas e as leccións aprendidas son postas ao día.

A amizade, forxada nos corredores e aulas do seminario, florece de novo en cada encontro, reafirmando os lazos que unen a esta comunidade.A formación recibida, tanto en valores como en coñecemento, resoa en cada conversa, en cada abrazo, demostrando que a educación recibida vai máis alá das paredes do seminario e esténdese ao longo de toda a vida.

O vindeiro 31 de agosto, novamente, os antigos alumnos temos a oportunidade de celebrar estas conexións perdurables, honrando a historia e o legado que nos une.     

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Para participar no xantar, é necesario efectuar un ingreso de 40 euros por persoa na conta bancaria ES83 1550 0001 2100 1297 4523 de Fiar Banca Ética. Debes indicar o teu nome e confirmar a operación ao Secretario de ASAFA, Juan Ramón Martínez Vecino, a través do teléfono 666174428 ou por correo electrónico: juanramon.asafa@yahoo.com.



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